Una forma de luchar contra el sedentarismo y la falta de tiempo como excusa para no hacer deporte, es reducir el tiempo de los entrenos consiguiendo los mismos resultados mediante la electroestimulación.
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Existen numerosas opiniones y estudios a favor y en contra del uso de este método. En 2021 se realizó una revisión de investigaciones que confirmó la eficacia de la electroestimulación. No obstante, una mala puesta en práctica de esta tecnología puede llegar a generar un aumento del daño muscular o incluso daños en el riñón debido a una mayor concentración de la proteína creatina-quinasa como consecuencia de la trasmisión de corriente eléctrica.
Por lo tanto, un buen uso de esta tecnología puede presentar numerosas ventajas. No solo es capaz de reducir el tiempo de entrenamiento, sino que también presenta otros beneficios como aumentar la resistencia y fuerza de los músculos o mejorar la relajación muscular.
Cabe destacar su posible uso terapéutico en personas con movilidad reducida, ya que puede ser usado para rehabilitación, para el tratamiento de patologías musculares, en el tratamiento de la profilaxis de la trombosis e incluso prevenir la atrofia muscular. Por otra parte ha de mencionarse que presenta contraindicaciones para personas con marcapasos, epilépticas, o la región abdominal de las embarazadas.
Como conclusión, el buen uso de la electroestimulación puede ser un gran complemento de la actividad física, sin nunca llegar a ser un sustitutivo, y un gran avance en la mejora y conservación de la salud.
Información obtenida:
https://www.fastfitness.es/electroestimulacion/funciona-la-electroestimulacion-deportiva.html
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