Desarrollan una plataforma de pruebas basada en organoides para agilizar el cribado de vacunas y evitar los problemas éticos que suponen las pruebas con animales
Este estudio viene de la mano de un equipo de investigadores de la Universidad de Cornell y el Instituto Tecnológico de Georgia, ambos de Estados Unidos.
Las vacunas se basan en la introducción de un antígeno en el sistema inmunitario. Dicho antígeno puede ser la una parte de un virus o bacteria o el propio patógeno entero, lo cual hace que el organismo se prepare ante una próxima infección, enseñando a sus linfocitos B a fabricar anticuerpos contra el antígeno específico.
La forma tradicional de testear las vacunas consiste en inyectárselas a animales y esperar largos periodos de tiempo para conocer el resultado. Cada vez que se fabrica una nueva vacuna o se desarrolla un nuevo tipo, es necesario probarlas todas en animales, lo cual supone muchos problemas éticos que enlentecen los estudios. Para agilizar el proceso y evitar problemas éticos, los científicos han comenzado a valorar el uso de organoides que, en este caso, son grupos de linfocitos que actúan como miniórganos artificiales y que simulan las condiciones de un organismo vivo. A partir del bazo de un solo animal se pueden crear cientos de organoides linfocitarios lo cual aumenta enormemente el rendimiento de las pruebas.
Para fabricar estos órganos artificiales, el equipo de investigadores aisló linfocitos B de bazos de ratón, añadieron moléculas de señalización celular y componentes estructurales, encapsulando todo posteriormente con una matriz de hidrogel sintético. Para probar su eficacia, prepararon unas vacunas candidatas contra la bacteria que causa tularemia o "fiebre del conejo", para la que todavía no existe una vacuna aprobada. Estas vacunas se probaron tanto por el método tradicional (ratones in vivo), como en organoides artificiales, obteniendo resultados similares en ambos huéspedes. Los linfocitos B aportaron muchas información sobre los procesos bioquímicos que tuvieron lugar durante la maduración de las células y su conversión en células productoras de anticuerpos.
Como resultado, el equipo descubrió que la plataforma podría utilizarse para múltiples aplicaciones. Aun estando en fase preliminar, los investigadores afirman que los organoides podrían ayudar a reducir tiempos y evaluar nuevos tipos de vacunas.
| Organoide intestinal |
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