Se encuentra en Phoenix, Arizona y ha sido catalogado como el mejor hospital pediátrico de todo Estados Unidos.
Es el primer centro hospitalario independiente de Estados Unidos en desarrollar una asociación estratégica a largo plazo con la empresa Philips, a fin de mejorar la estancia y tratamiento de los niños que a él acudan.
Durante siete años seguidos, este hospital ha sido catalogado como "el mejor hospital para niños" según la plataforma US News & World Report.
El Hospital de Phoenix no solo se ha centrado en mejoras tecnológicas que mejoren el tratamiento y salud de los niños, sino que han hecho del propio hospital un lugar mágico donde los pacientes se puedan divertir y pasar experiencias que les hagan evadirse de su situación de enfermos, evitando así la mala connotación con la que suelen crecer los niños de los hospitales.
En asociación con la Universidad George Washington y de Philips han comenzado una importante campaña de investigaciones sobre atención primaria a fin de reducir el número de pacientes que acuden a urgencias, puesto que la atención primaria es el pilar del sistema sanitario. Por esta razón un aumento de la calidad de la atención primaria mejoraría la salud general de la población disminuyendo la carga del servicio de urgencias reduciendo así costes del mismo y agilizando el propio servicio.
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