En la actualidad más de 466 millones de personas sufren hipoacusia discapacitante, lo cual representa un 5% de la población mundial. Y estos datos tan solo se espera que aumenten en un futuro.
La hipoacusia y los problemas que ella conlleva afectan cada vez a más personas, es por ello por lo que el desarrollo de tecnologías que ayuden a paliar estas dificultades son cada vez más importantes.
Continuando por la rama de la tecnología podemos destacar los grandes avances que presentan los implantes cocleares, ayudando a muchas personas a oír en su día a día.
El proceso de audición depende tanto del cerebro como del oido, mientras que el segundo es el encargado de percibir los sonidos y transformarlos en señales, el segundo se encarga de percibir estas señales e interpretarlas. De esta manera, todas las vibraciones sonoras que nos rodean son percibidas por nuestro oído de manera que hacen vibrar una pequeña membrana hasta llegar a una zona denominada cóclea la cual se encuentra revestida por una membrana que hará que esta señal auditiva alcance finalmente el nervio auditivo.
En personas con hipoacusia las células encargadas de enviar la señal auditiva al nervio no funcionan de forma correcta, de esta manera a pesar de que se produzca un ruido este no es suficiente para estimular al nervio haciendo así que se pierda la información auditiva y que esta no sea percibida por la persona.
Lo más interesante de esto es que el nervio no se encuentra dañado y precisamente aquí es donde entran en juego los implantes cocleares.
Los implantes cocleares cuentan con dos partes: la primera está insertada en el oído interno mientras que la segunda se sitúa por la parte externa de la cabeza (pero siempre se mantiene conectada con la primera). De esta manera el implante sirve para poder percibir la información auditiva que rodea a la persona y estimular el nervio que como ya explicamos no se encuentra dañado.
Los primeros dispositivos captaban el sonido y lo transformaban en una onda de voltaje. Pero estos dispositivos provocaban que las personas detectasen los sonidos pero que no los pudiesen interpretar
Pero años más tarde apareció el denominado dispositivo multicanal el cual estimulaba diferentes zonas de la cóclea de manera que permitía interpretar diferentes sonidos.
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