Lisa, una enfermera que vivió durante casi 14 años en Honduras como misionera, adoptó tras su estancias en dicho país a Juan un niño con una grave desnutrición y que además padecía un síndrome de espectro autista.
A lo largo de los diferentes años las tecnologías han ayudado a las personas con autismo para poder mejorar sus interacciones sociales, de forma que el caso de Lisa y Juan se suma a ellos.
Siguiendo con un poco de historia, desde hace mucho tiempo las tecnologías han estudiado como los robots pueden ayudar a todas las personas que padecen dicho transtorno, el cual afecta a 1 de cada 100 niños.
La razón por la que los robots son tan útiles para ayudar a niños con autismo fue descubierta por nos científicos que se preguntaron si una persona ejerciendo movimientos robóticos tendría el mismo efecto que un robot de verdad. De esta manera, un hombre se presentó delante de un grupo de niños con dicho transtorno realizando movimientos robóticos, sin embargo, ninguno de estos niños le prestó algún tipo de atención. Por el contrario, cuando este hombre se disfrazó enteramente de robot inmediatamente uno de los niños se acercó hasta él para darle un abrazo. La razón a la que se debe esto es que mientras que los robots presentan caras excesivamente predecibles (puesto que no muestran emociones) el rostro humano presenta una gran sutileza, de forma que una sonrisa puede significar incomodidad mientras que una ceja levantada puede querer expresar enfado. Todos estos pequeños detalles son realmente complicados de percibir para personas con autismo, por ello, la tecnología resulta una gran solución para mejorar las interacciones sociales de estos niños que aprenden de manera muy eficaz por imitación.
Información obtenida de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-65130863

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.