Una asociación de pacientes de Navarra descubre como una máquina que era empleada en el levantamiento de pesas en fábricas podría facilitar el movimiento de aquellos con dificultades motoras en sus extremidades.
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| Imágen extraida de EFE/Iñaki Porto |
En un primer momento este exoesqueleto industrial era empleado por los trabajadores de fábricas para facilitar el levantamiento de objetos pesados. Sin embargo, la Asociación de Daño Cerebral Adquirido de Navarra (ADACEN) le ha dado un uso en la rehabilitación de pacientes con dificultades motoras a causa de daños cerebrales, como ictus.
Los exoesqueletos no son una novedad, pero sus elevados precios hacen que sea una opción menos empleada. No obstante, este modelo es mucho más sencillo, ya que no cuenta con motor, y también es una opción más económica, con lo que se pretende que los pacientes puedan adquirir uno y tenerlo en sus casas.
Este ambicioso proyecto sigue en estudio, pero tras las primeras pruebas los pacientes han afirmado estar muy satisfechos, y uno de ellos explicaba que "por fin sentía el brazo".
En la mayor parte de los casos, los ictus afectan a la parte motora, concretamente alterando la sensibilidad. Es por eso que la eficacia de dicho aparato se debe a que coloca la extremidad del paciente de tal forma que la siente. Esto envía un estímulo al cerebro, lo que facilita el movimiento de dicha extremidad.
Este exoesqueleto sigue en estudio, y continuarán implantándose mejoras y adaptaciones para mejorar al máximo la calidad de vida de los pacientes.
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